Familia de CriollosSi bien la invasión napoleónica forma una coyuntura dentro del proceso de independencia americano, existen antecedentes previos que demuestran que esta se enmarca en un proceso no nacido del vacío de poder. Este proceso se caracteriza por un descontento casi generalizado para con la metrópoli, los cuales se ven catalizados por la coyuntura y, finalmente, llevaran a las emancipaciones.
Estos descontentos guardan relación, fundamentalmente, con el ámbito político y económico, nacido de las reformas borbónicas, las que plantearon un centralismo y coartaron las posibilidades de los criollos para el acceso a los cargos públicos, estableciendo que estos debían ser ocupados por funcionarios extranjeros y sin lazos con la región ni con las familias del lugar; por otra parte coartaban sus vínculos comerciales reafirmando la política habsburga de exclusividad de España, sin embargo estas se satisfacían mediante el contrabando y el comercio interregional impulsado por la metrópoli.
En las décadas anteriores existieron revoluciones de las más diversas características y finalidades, pero que no forman parte del movimiento independentista hispanoamericano, entre las que se destacan las Revoluciones de los Comuneros en Paraguay (1721-1735) y luego en el Virreinato de Nueva Granada Quito (1780), el levantamiento indígena quechua-aymará conducido por Tupac Amaru, además de la guerra de Arauco.
En Europa con la ocupación napoleónica de España, y la captura de la familia real española, Napoleón impuso en 1808 las «abdicaciones de Bayona» por las que el monarca Carlos IV y su hijo y sucesor, el futuro Fernando VII renunciaban ambos a la corona de España y de las Indias, en favor de José Bonaparte, luego de lo cual Fernando VII quedó cautivo. Todo ello desencadenó el levantamiento de los pueblos de España conocido como Guerra de la Independencia Española (1808-1814) contra la ocupación Napoleónica, y se siguió de la creación de la Constitución española de 1812, donde, entre otros puntos, se reconocía a las colonias americanas como parte de España, con derecho a participar en las asambleas, hecho que no será reconocido por Fernando VII a su regreso. Este tema será tratado en la próxima unidad con más profundidad.
El descontento, como hemos señalado, llevara a una critica firme hacia la metrópoli como también a los americanos y su rol frente a esta situación, esto se ve claramente en las formas que se encontraron para socavar las ataduras en las que se encontraban, ya sea por medio de manifiestos, o por medio del contrabando, la que presenta un desligamiento de la metrópoli, ya que se plantea un acatamiento de la norma, pero no su realización, esto se traduce en la búsqueda de medidas alternas al orden dominante y a las normas establecidas, pues como ya sabemos en América “las normas se acatan, pero no se cumplen”
Estos hechos, en tanto coyunturas, forman parte de un proceso de mediana duración, que se inicia con las reformas y presenta antecedentes como la emancipación de los Estados Unidos, la revolución francesa, y los movimientos juntistas en España, todo lo cual conformaran influencias directas a las colonias americanas para comenzar el largo camino que las llevara a su libertad.
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